En este País de las Maravillas que ha creado el señor Rajoy (para él y los suyos) se han ido sucediendo episodios de gran revuelo puntual pero que, con el paso del tiempo, se han ido sedimentando hasta casi desaparecer por completo. Y esto, por ser un efecto que se repite, ha enseñado a este Gobierno cómo negociar estos temas. En un País donde la palabra dimisión no existe, el listón de la vergüenza, la ética y la decencia política se ha puesto tan alto que en la práctica es inalcanzable, no existe. Casos como Gurtel, la Púnica, Bárcenas, Bankia, Rato, Blesa, Mato, Nicolases, etc. se hallan en un preocupante limbo, es más: únicamente los jueces que llevaron los casos han sido separados de los mismos. El juez Garzón expulsado de la carrera judicial y el juez Silva inhabilitado por 17 años... Y NO PASA NADA . El Gobierno del PP manejó sus hilos para que, antes de las elecciones, no se despertara del letargo ningún caso que les pudiera afectar, confiando como así ha sido, que
Hora de elegir: Catalunya o Cataluña? Parece una perogrullada pero no lo es. Desde hace ya unos cuantos años (como treinta y pico), han tenido cabida ambas acepciones. Convivían sin problemas. El pueblo catalán podía realizar todas sus inquietudes sin percibir mayores problemas, incluso con cierto conformismo. La llegada al gobierno del Partido Popular ha desatado, en pocos meses, una crispación creciente. Posiciones y alegatos totalitarios, han ido propiciando el resurgir del independentismo catalán . ¿Es ésta la España que quieren? La senyera catalana -tolerada y hasta aceptada en muchos actos, manifestaciones y lugares públicos- ha dado paso a una ola jamás imaginada de banderas independentistas que dan voz inequívoca a un sentir mayoritario, resultado de las contínuas puyas PePeras. El nefasto criterio del "café para todos" a la hora de modular el estado de las autonomías, ha llevado a los agravios comparativos. El disloque de 17 comunidades y dos "c